Arte ecuestre por Janette Lockett

Art Equus Crítica de arte

Crítica de arte

Branka Berberijan – Crítico de arte y periodista.

El sueño de la Libertad. “Desde tiempos inmemoriales (recuérdense las pinturas rupestres de Altamira), los artistas han sentido siempre una vigorosa fascinación por el caballo, ese prototipo tan respetado en el mundo de la mitología y al que varias civilizaciones han atribuido dones sobrenaturales, así como toda una variedad de valores simbólicos. Para algunos, evoca el movimiento cíclico de la vida, para otros las energías cósmicas que surgen del caos primitivo, mientras que algunos ven en el caballo blanco y negro la metáfora de la dicotomía de la vida: como la muerte…

Este hermoso animal es el sueño idílico y utópico de la libertad, inalcanzable en el mundo real, pero que la artista expresa a través de su singular método pictórico. Janette realiza el trazado de su obra como si se tratara de una reproducción fiel del caballo; suaviza la nitidez de las imágenes con tizas tratadas con agua, consiguiendo con ese Esfumato un estilo extremadamente fino, que, a su vez, reduce el objeto de su inspiración a la idea misma, de una manera puramente platónica.

Además, el fondo blanco y liso, sin detalles añadidos ni tratamiento cromático, permite que el caballo destaque en todo su esplendor. Su mágica belleza queda también retratada al concentrarse en un solo color principal, del cual la artista deriva, con una sensibilidad excepcional, toda una espiral de matices y tonalidades diferentes que confieren a la obra, no sólo una pureza estética, sino también un sentimiento poético y semántico, convirtiéndola en un estudio artístico sobre la relación entre realismo e idealismo.

Los caballos de Janette no tienen jinete, pero no son en absoluto estáticos. La autora capta con gran facilidad la agilidad y elegancia de estos animales en movimiento, ya sea un caballo encabritado o una manada al galope, siempre con sus crines y colas volando libremente por el aire, lo que confiere al cuadro una vitalidad dinámica que da vida a los caballos.

Sin embargo, el mayor cuidado artístico se aprecia en la profundidad y belleza de los ojos del animal: parece como si, al mirarlos de cerca, se hallara ese punto enigmático en torno al cual irradia la esencia de la belleza del caballo.

El arte de Janette Lockett, se origina en su intuición y sigue un camino que conduce a niveles intelectuales envidiables. Es una maravillosa expresión de su mundo interior de fantasía y sueños, y a la vez, está lleno de fuerza artística que da forma a sus ideas y pensamientos. Al mismo tiempo, su singular expresión artística es una formidable contribución al lugar de privilegio que ocupa el caballo en la historia del arte.”

Más comentarios